Un vehículo con la configuración tradicional para los terrenos más quebrados y complejos, es lo que ofrece Chevrolet en este modelo.

 

Aunque el nombre de TrailBlazer no es nuevo en la marca Chevrolet, su referente anterior era también un SUV de gran tamaño, pero más orientado al tránsito citadino.

 

Esta nueva Trail Blazer no solo experimenta un diseño renovado y está montada sobre una nueva plataforma global de la marca. También ofrece condiciones para enfrentar terrenos tipo off road de mediana y alta complejidad.

 

Pero también es una urbana muy útil por su capacidad de carga y la posibilidad de poder acomodar hasta siete pasajeros en sus tres filas de asientos, en una condiciones de habitabilidad adecuadas.  Los frenos de disco con sus respectivos sistemas ABS y EBD, además de los controles electrónicos que posee son un buen recurso.

 

Todo terreno total

 

La configuración es la tradicional con la presencia de chasís independiente, no monocasco más propio de vehículos crossover urbanas y semirrurales con limitado acceso a los caminos de aventura.  Y es en el terreno escarpado, con la presencia de lodo, piedra y baches, en donde el carro es más divertido de maniobrar y su configuración saca a flote todo lo bueno que puede tener.

 

Su motor Duramax de 2.8 litros, que entrega una potencia de 178 caballos, cuando el tacómetro avanza sobre las 3.500 vueltas, y un torque de 44.8 kilogramos metro (ya disponible desde antes de las 2 mil revoluciones) hacen que en los terrenos difíciles el carro responda de manera muy eficiente en la gestión de su sistema de 4x4, con un sistema de acople electrónico, que hace que incluso en movimiento pueda activarse cualquiera de los modos de marcha. Hasta con velocidades de 112 kilómetros por hora, señalan los ingenieros de General Motors, puede activarse el sistema de acople electrónico del modo de tracción integral.

 

Una suspensión firme, pero no incómoda, cuando se trata de rodar por vías asfaltadas en ciudad es uno de los puntos favorables de este vehículo.

 

En su diseño, sobrio y sin ninguna línea extravagante o un punto de quiebre frente a modelos competidores similares, los ángulos de ataque (entrada) y de salida están bien calculados para que se pueda meter realmente en honduras y salir airoso de situaciones comprometidas, y bien embarrada como le gusta a los apasionados por la trocha.

 

Con la Trail Blazer, Chevrolet apunta a ese mercado que cada vez es más apetecido, y sus directivos tienen clara la referencia y la diana a la cual dirigen toda la estrategia comercial. 

 

Por JOSÉ ALEJANDRO PÉREZ M.

Tomado de: elcolombiano.com